Décima reflexión: Experimentar a Dios

No fue fácil quitarme de encima ciertos conceptos que habían sido arraigados desde muy pequeña. Aún debo hacer un esfuerzo de vez en cuando al ver que estoy por cometer nuevamente la torpeza de utilizar viejos paradigmas.

No quiero más que experimentar a Dios.

En un principio pensé que esto implicaría abdicar de tantas cosas!

Así fue en algún plano pero casi no realicé modificaciones en lo externo para terminar siendo una persona completamente distinta. Abdiqué de las molestias: las ansiedades, los bloqueos y casi como si fuera una lección tuve que cambiar lo que pensaba que hacía bien!

Ví entonces que el cielo y el infierno están dentro nuestro. Que buscar el Reino de los Cielos primero no es ningún sacrificio, no tiene que ver con normas: es la llave de la interpretación.

Que a Dios hay que experimentarlo cada día.

Que las religiones son sólo caminos para llegar a tí, que es la única manera de llegar a EL.

Tú eres el único camino que tienes para llegar a EL.

Que cuando te quedas con el rito: no tienes nada

Que la única manera de Encontrarte es Perderte y aquí se me hace necesaria la frase de Jesús: "los que tengan oídos que oigan". Y aqui pude entender cómo Buda se ilumina sin hablar de Dios.

Que la Verdad es simple.

Que es accesible a todos.

Que realmente hay que ser como niños.

Que el mundo está aún por descubrise.

Que si no experimentas a Dios cada día aún queda algo por aprender.

Que no será necesario que consultes si estás experimentando a Dios porque, simplemente, lo sabrás.