Dios es un sentimiento

No he podido encontrar algo que organice las múltiples experiencias humanas: sentir, percibir, pensar, intuir... Yo trato en la vida cotidiana de calibrar lo máximo posible el concepto bajo el cual coloco una experiencia.

En este juego me he dado cuenta que el amor no se elige y si bien puede resultar esto a todas luces evidente el hecho de que no se elija es lo que constituye para mí un misterio. Qué hace que unos amen y otros no? Tiene que ver con una predestinación? Con un dejarse llevar? Con un entregarse?

Observé detenidamente el resto de mis sentimientos y me dí cuenta que no mienten. Cuando amo u odio o temo (es el temor un sentimiento?) no me engaño. No todos los sentimientos que tengo me complacen: pero surgen espontáneos y naturales, a veces crueles y otras maravillosos. ¿Qué serán los sentimientos? Acaso el premio otorgado de vidas pasadas?

Se me ocurrió pensar que las acciones de las vidas pasadas acuñan sentimientos en las futuras. Quizá haya otras explicaciones. Me gustaría escucharlas. En este código absoluto que es el universo los sentimientos son algo de lo menos azaroso. Y así ví que Dios es un sentimiento para mí. No le tengo temor, no me siento obligada a creer o dejar de hacerlo. He roto las culpas de la religión y sin embargo está aquí presente, aún más que antes, infinitamente más presente y màs ausente,

En los tiempos que creía que Dios tendría significado en una etapa posterior a mi muerte su ausencia o presencia no me resultaban significativas aunque no variara mi creencia. Hoy nada tiene sentido sin su existencia.

Durante algunos meses de mi vida expermenté un estado de gracia que no podía precisar. No sé como llegó ni por qué se fue pero hoy siento que ya no está. Teresa de Jesús habla de la tercera morada y a mí se me hace lo más parecido pero sería imposible precisar que de eso se trata. Por lo pronto me gustó haber podido comprender que Dios es un sentimiento y que no valdría la pena ningún debate intelectual de su existencia. Sería tan absurdo como entablar una discusiòn sobre si estoy o no enamorada.