La simbología de las enfermedades es un regalo de Dios para relacionar a los hombres de buena voluntad con los misterios del mundo divino. Cada uno es responsable de sus obras, de sus pensamientos, de sus palabras, de su futuro y de su felicidad. Lleva en sí el poder potencial que le permite evolucionar y despertar a una nueva conciencia más global. Todo dependerá de sus exigencias personales y su voluntad. Ya sobre esta voluntad, nadie puede tener influencia más que esa misma voluntad.
He de añadir también que la curación viene como una acción providencial en aquel o aquella que se libera de todas las coacciones impuestas al cuerpo humano. La salud, sinónimo de santidad, es una gracia particular, un verdadero don. Pero para ello hay que depurar el segundo plano psìquico de las emociones e impulsos nefastos. El que aprende a conocerse atravesando sus ilusiones comprenderá mis palabras.
Dicho en pocas palabras, el hombre está enfermo de sí mismo, o se enferma a causa de su inconsciente cargado y no puede sanar sin deshacerse de él, vaciando el contenido nefasto con la acción de la Providencia divina.
jueves, 27 de septiembre de 2007
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3 comentarios:
Coimcido plenamente con esta postura , cuando nos referimos a enfermedades por temas no resueltos del individuo.
Hay otras dolencias que se generan por temas sistémicos (desórdenes en el sistema familiar) que van más allá de lo psicológico-emocional-individual. Esta visión está relacionada a los temas abordados con Constelaciones Familiares.
Un gusto pasar por aquí!
Lidia
Lidia:
Un gusto que me visites.
Me preguntaba si no es siempre el inconsciente: el personal, el familiar, el social.
Es sorprendente lo que hay. Uno ni imagina.
Un gusto coincidir contigo en estos descubrimientos.
Un cariño!
Ahora que lo dices, puede ser, lo dejo vibrando en mi interior!!!!!
UN ABRAZO!
Lidia
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