viernes, 15 de diciembre de 2006

Confesiones - San Agustín - Libro Séptimo - Cap X

..."Entré en mi interior guiado por tí y púdelo hacer porque tú te hiciste en mi ayuda. Entré y ví con el ojo del alma, comoquiera que éste fuese, sobre el mismo ojo de mi alma, sobre mi mente, una luz inconmutable. No era como la luz ordinaria, accesible a toda carne; ni era más grande que ella dentro del mismo género como si la luz natural creciera con claridad hasta ocuparlo todo en su magnitud.

Era una luz del todo diferente, muchísimo más fuerte que toda luz natural. No estaba sobre mi entendimiento como el aceite está sobre el agua o el cielo sobre la tierra; era superior a mí porque ella me hizo y yo le era inferior porque fui hecho por ella. Quien conoce esta luz conoce la Verdad y con la Verdad la eternidad. Y es la caridad quien la conoce".

Nota: se respeta la redacción del libro. Confesiones - Ediciones Libertador

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