Cuántas veces intuíamos una cosa y pensábamos otra? Probablemente hayamos dicho: "parece una buena persona" pero en el fondo algo nos decía lo contrario.
A lo largo de la vida hemos percibido, en mayor o menor medida ese sexto sentido sabio y sutil.
Hoy, después de haberlo puesto a prueba en numerosas ocasiones y haber releído mi pasado me doy cuenta de cuánto menos me habría equivocado simplemente prestándole más atención.
Y me pregunté, recién ahora: será que Dios ha mitigado el posible error del Hombre proveyéndole un Sabio Interior?
Empecé, entonces, a prestar atención de una manera diferente. A detectar más mis verdaderos sentimientos. A ser más pausada en la toma de decisiones si algo me impedía estar segura aunque no me fuera posible verbalizar por que.
Esta práctica cotidiana me sirvió :
* para elegir mejor
* para abandonar conductas que no necesitaba mantener
* para reorganizar mi vida en función de otros intereses
* para darme cuenta de que estuve haciendo aquello para lo que me sentía menos preparada y postergado el desarrollo de lo que me hubiera hecho más feliz.
Tú... eres feliz?
jueves, 7 de diciembre de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario