miércoles, 17 de enero de 2007

El tesoro escondido

Una noche le fue ordenado en sueños al rabino Isaac que acudiera a la lejana Praga y que, una vez allí, desenterrara un tesoro escondido debajo de un puente que conducía al palacio real.

Isaac no se tomó el sueño en serio, pero, al repetirse cuatro o cinco veces, acabó por decidirse a ir en busca del tesoro.

Cuando llegó al puente, descubrió consternado que estaba fuertemente vigilado, día y noche, por los soldados. Todo lo que podía hacer era contemplar el puente a una cierta distancia. Pero, como acudía allí todas las mañanas, un día el capitán de la guardia se le acercó para averiguar el motivo.

El rabino Isaac, a pesar de lo violento que le resultaba confiar su sueño a otra persona, le dijo toda la verdad al capitán, porque le agradó el buen carácter de aquel cristiano.

El capitán soltó una enorme carcajada y le dijo: "¡Cielos! ¿Es usted un rabino y se toma los sueños tan en serio? ¿Si yo fuera tan estúpido como para hacer caso a mis sueños, ahora estaría dando vueltas por Polonia! Le contaré un sueño que tuve hace varias noches y que se ha repetido unas cuantas veces: una voz me dijo que fuera a Cracovia y buscara un tesoro en el rincón de la cocina de un tal Isaac, hijo de Ezequiel. ¿No cree usted que sería la mayor estupidez del mundo buscar en Cracovia a un hombre llamado Isaac y a otro llamado Ezequiel, cuando, probablemente, la mitad de la población masculina de Cracovia responde al nombre de Isaac y la otra mitad al de Ezequiel?" El rabino estaba atónito. Le dio las gracias por su consejo al capitán, regresó apresuradamente a su casa, cavó en el rincón de su cocina y encontró un tesoro tan abundante que le permitió vivir espléndidamente durante el resto de sus días.

La búsqueda espiritual es un viaje en el que no hay distancias. De donde estás en este momento, vas adonde has estado siempre. Pasas de la ignorancia al reconocimiento, porque lo único que haces es ver por primera vez lo que siempre has estado mirando. ¿Quién ha oído hablar de un camino que te lleve a ti mismo, o de un método que te convierta en lo que siempre has sido? Al fin de cuentas, la espiritualidad es cuestión, únicamente, de ser lo que realmente eres.

No hay comentarios:

 
Free counter and web stats