Me resultará difícil saber en algún momento si finalmente El y yo en algún lugar nos encontraremos después de aquí. Amén de muchos hechos en que tengo claro que obre mal y quizá quepa el arrepentimiento otras veces ni siquiera estoy segura de saber si no pude o no quise. Creo que esto hace la diferencia.
Como sea que fuera me imaginé frente a El empezando a balbucear las explicaciones de mis actos, uno tras otros, pero antes de que pudiera decir nada lo imaginé diciendo: “No importa nada, estás aquí”.
Pensé también que cualquiera sea la persona en esa instancia final, última, definitiva sólo caben dos posibilidades de respuesta de su parte: “No importa nada, estás aquí” o “No importa nada, no estás aquí”.
jueves, 14 de junio de 2007
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