Todos somos hijos de Dios, pues nacimos de su Espíritu en toda su pureza, gloria y gozo. Esa herencia es inalienable. Autocondenarnos, considerarnos pecadores sentenciados a seguir el sendero del error, es el mayor de todos los pecados. La Biblia dice: "No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?".
Recuerda siempre esta verdad: tu padre te ama incondicionalmente. Pero puesto que nos ha dotado de la libertad de abandonarle o de acercarnos a El, espera que le manifestemos nuestro anhelo de recibir su amor antes de revelársenos.
En cierta ocasión, mientras meditaba, escuché la Voz Divina susrrándome: "Dices que estoy lejos, pero lo que sucede es que no has penetrado en tu interior y por eso dices que estoy distante. Yo estoy siempre dentro de ti, entra y me verás. Siempre estoy aquí, dispuesto a darte la bienvenida".
En la senda espiritual es necesaria una profunda sinceridad, la pureza del alma da lugar al nacimiento del Espíritu. Por eso dijo Jesús: "Tú has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños". Delante de Dios, nuestra humana sabiduría es nula. La única forma de inducirle a rendírsenos es ofrendarle el mismo amor incondicional que El nos brinda.
Todo el mundo encontrará finalmente la salvación, pero aquellos que queden rezagados en el camino caerán en el pozo de la indiferencia. La apatía le impide alser humano comprender cuán importante es encontrar a Dios ahora, en este momento. Este gran planeta rotatorio y nuestra individualidad humana no nos fueron dados sólo para que existiéramos por cierto tiempo y luego nos desvaneciéramos en la nada, sino para que pudiéramos indagar el sentido de todo. Vivir sin comprender el propósito de al vida es absurdo y además, una pérdida de tiempo. El misterio de la vida nos rodea y la inteligencia se nos concedió para develar ese misterio.
Tomado del libro "La búsqueda eterna" de Paramahansa Yogananda
Recuerda siempre esta verdad: tu padre te ama incondicionalmente. Pero puesto que nos ha dotado de la libertad de abandonarle o de acercarnos a El, espera que le manifestemos nuestro anhelo de recibir su amor antes de revelársenos.
En cierta ocasión, mientras meditaba, escuché la Voz Divina susrrándome: "Dices que estoy lejos, pero lo que sucede es que no has penetrado en tu interior y por eso dices que estoy distante. Yo estoy siempre dentro de ti, entra y me verás. Siempre estoy aquí, dispuesto a darte la bienvenida".
En la senda espiritual es necesaria una profunda sinceridad, la pureza del alma da lugar al nacimiento del Espíritu. Por eso dijo Jesús: "Tú has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños". Delante de Dios, nuestra humana sabiduría es nula. La única forma de inducirle a rendírsenos es ofrendarle el mismo amor incondicional que El nos brinda.
Todo el mundo encontrará finalmente la salvación, pero aquellos que queden rezagados en el camino caerán en el pozo de la indiferencia. La apatía le impide alser humano comprender cuán importante es encontrar a Dios ahora, en este momento. Este gran planeta rotatorio y nuestra individualidad humana no nos fueron dados sólo para que existiéramos por cierto tiempo y luego nos desvaneciéramos en la nada, sino para que pudiéramos indagar el sentido de todo. Vivir sin comprender el propósito de al vida es absurdo y además, una pérdida de tiempo. El misterio de la vida nos rodea y la inteligencia se nos concedió para develar ese misterio.
Tomado del libro "La búsqueda eterna" de Paramahansa Yogananda
1 comentario:
Hola!
Gracias por pegarte una vueltita por aquí.
Conoces a Yogananda? Qué opinas o qué has leído de él?
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