sábado, 29 de septiembre de 2007

EL POBRE ERA YO

Ocurrió al entrar en una estación
de una fría mañana de invierno.
Siempre con prisas, con problemas
…sin detenerme;
ajeno como siempre
al deambular de tanta gente.

Fue en un andén de metro, recuerdo.
Pero pudo ser en cualquier otra parte.
Aún hoy no comprendo
cómo entre tantas miradas,
tantos gestos, tantas caras,
la de aquel hombre,
no sé por qué,
se me clavó en el corazón esa mañana.

Era negro. Era inmigrante.
Y se ganaba la vida vendiendo,
por cuatro euros,
unos CD,s en el suelo.
Fue en invierno.
De eso sí me acuerdo.
¿De dónde vendría?
¿Tendría frío, casa… hijos?
¿Le esperaría alguien en algún sitio?
Sólo callaba y dejaba la mirada perdida
como buscando en su silencio
un puñado de consuelo.

Crucé a su lado. Pasé de largo.
Él no me miró.
Tampoco nadie le miraba.
Pero su ternura se me quedó clavada
como un puñal de acero
en lo más profundo de mi alma.

Volví de nuevo sobre mis pasos,
sin saber muy bien porqué.
Le encontré sentado en el andén.
Me detuve ante él unos segundos.
No dije nada.Le ofrecí fuego y un cigarro;
y él me devolvió agradecido
su blanca sonrisa como pago.

Le di un billete de cincuenta euros;
y me puso varios CD,s entre las manos.
Pero se los devolví al momento diciendo…
Te lo agradezco compañero,
pero no los necesito;
para ti tus CD,s
y mi dinero

Nos miramos el uno al otro;
y me dió las gracias con su silencio.
Los dos comprendimos sin saberlo
que la dignidad de un hombre
también se paga con un gesto.

Pero algo en sus ojos me decía
que aquel hombre era bueno,
que aquel hombre era rico,
que en esta vida el pobre era yo
y que su corazón era más grande que su pecho.

Quise tenderle la mano,
darle un abrazo, un consejo…
Quise llamarle hermano
y decirle como humano
que quería ser su amigo.

Pero no me atreví.
A menudo la razón
nos impide hacer lo que sentimos.
Me marché. Ya no fui el mismo.
Subí a un vagón, pensativo,
con un puñal en el pecho.
Recordé una oración sencilla,
aprendida de pequeño,
y la recé en silencio
hasta el final de mi trayecto.
Pero no rezaba por él.

Lo hacía por mi vida,vacía y sin sentido.
En el fondo yo sabía
que él pobre era yo,
y que él estaba en ese andén
recorriendo su camino.
Quizás en el otro mundo, pensé,
en alguna estación de cercanías
-con destino al Paraíso-
aquel hombre bueno me vería
y al recordarme me daría
un cigarro, un billete
y un ticket para el cielo.

Era negro.Era inmigrante.
Era invierno.
En una estación del metro
la mirada de un hombre
hizo que me sintiera pequeño.

El pobre era yo…

El sólo pedía dinero.

***********************************************************

Tomado del foro de Espirituralidad, misticismo y teología de Bibliotecas Virtuales
http://www.bibliotecasvirtuales.com/comun/foros/topic.asp?whichpage=1&TOPIC_ID=48795&#286008
de la colaboraciòn de JOELL.

Joell, gracias de nuevo!. Hoy he vuelto a lagrimear al transcribirlo.

1 comentario:

Lidia M. Domes dijo...

¿Qué es ser rico y qué es ser pobre????

Hay ricos pobres y pobres ricos, pero también ha RICOS...

Un abrazo!
Lidia

 
Free counter and web stats