jueves, 15 de mayo de 2008

La sabiduría de las emociones III - La culpa


Cuando uno dice: “me siento culpable” en realidad está nombrando una parte de su realidad psicológica, está identificandose con una mitad de lo que le está ocurriendo en ese momento. La otra mitad, que uno no suele percibir, es la voz interior culpadora, que es justamente la que hace que uno se sienta culpable.
Cada individuo está regido por un conjunto de normas, ideas, que nos parecen correcta. Sea cual fuere el código moral de cada uno el hecho es que existe y que una vez que se establece lo hace con él un sistema que garantiza su cumplimiento. El culpador es el guardián del código y cada vez que trasgredimos alguna pauta de dicho código se activa una señal que informa que el código ha sido trasgredido. Esa señal es la culpa.


Lo que la vale la pena mencionar es que las normas son de fuero interno y que cambian. Que lo que resultaba válido en determinadas circunstancias o tiempo no lo son en otras. Y que lo que resulta válido para muchos personas puedo no serlo para otras.


Las mujeres en tiempos anteriores no se iban de la casa hasta que se casaban. Está claro que esta costumbre ya no está vigente y nadie se sentirá culpable por esto. De todas maneras la culpa no radica en que esto fuera una costumbre de época sino que era válida en el contexto interno de ese individuo. Si una mujer para entonces no hubiera pensado así está claro que no habría sentido culpa.


Por otra parte cuando decimos “fulanito de tal me hace sentir cupable”. No es fulanito de tal sino nuestro culpador interno. Supongamos que fulanito viene a acusarnos de algo que no hicimos. No sentiríamos sentimiento de culpa porque somos conscientes de no ser responsables del hecho. Si algo activa en nosotros habrá que revisar por qué lo hace. Esto no significa que necesariamente seamos culpables. Da el caso de una mujer que se quería separar pero sentía que estaba abandonando a su esposo que era una buena persona.


El análisis de la culpa permite ver que puede ser cierto que el otro nos necesite pero se debe encontrar una salida conveniente para que ambos podamos ser felices.


Esta mujer pudo entonces ponerse a pensar que podía mantener su inquietud de ayudarlo sin necesidad de estar sumida en una relación que la ahogaba.
Levy señala entre culpa funcional, la que permite que la persona analice su actuar buscando una salida positiva para la persona y la culpa disfuncional que sólo busca lastimarnos.


Quizá como síntesis pueda decirse: cuando tu culpador te señale una falta quizá quepa preguntar qué código o que norma se transgredió? Hay alguna manera de repararla? Cuál sería la salida funcional?


Este ha sido uno de los capítulos que más me ha costado resumir. El propone un diálogo entre la parte que sufre y la que impone el código. Ambas tuyas! Te animas?


Bonito día!

Pasión
PD. este post como los anteriores del mismo nombre están basados en el libro de Norberto Levy "la sabiduría de las emociones. La síntesis que realizo pierde un rico contenido de modo que si te animas a leerlo es un libro cortito que vale la pena

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen artículo!! Justo estoy tratando esos temas en mi vida...Cuanto ha crecido tu pagina!! me encanta :)
Besitos de Sol
Susu

Runas dijo...

Hay personas expertas en hacer sentir culpables a los demas, los que hacen chantajes emocionales tienen este don. Legan a repetetirte tantas veces que eres cualpable de algo que al final terminas creyendotelo, tiene que pasar mucho tiempo y muchas reflexiones para que te des cuenta de que no es cierto. Un beso

Hada Saltarina dijo...

Culpador interno, culpa funcional, culpa disfuncional... Todos ellos conceptos que nunca se me habían ocurrido pero que me parecen muy aprovechables. Gracias por este texto.
Un abrazo

Nora dijo...

Es cierto Runas, puede pasar. En nuestros blogs tratamos de alguna manera de animar al despertar.

Hada me alegra que te sean útiles.
Un saludo y bonito finde!
Pasión

 
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