sábado, 24 de febrero de 2007

La sombra - Carl Jung


Jung describió la sombra como esa parte de nosotros mismos que contiene nuestros más íntimos secretos: todos los sentimientos y formas de comportamiento prohibidos que permanecen ocultos a nuestra conciencia, más allá del umbral de nuestra mente consciente. Es ese lugar oculto del alma que da cuerpo a nuestra personalidad.


Todo aquello que hemos arrojado a la caverna oscursa del inconsciente, todos esos sentimientos que nos producen molestia -el odio, la rabia, los celos, la avaricia, la competencia, la lujuria- y aquellas conductas que condena la cultura - la adicción, la pereza, la agresividad, la dependencia, crean lo que podría llamarse el contenido de la sombra" afirman Connie Sweig y Steve Wolf, autores de "Un romance con la sombra", de editorial Plaza Janés.


A lo largo de los años, ya sea por temor, conveniencia o para ser apreciados por los demás, vamos construyendo en el fondo de nosotros mismos un vasto mundo subterráneo hecho de represiones y partes rechazadas de nosotros mismos.


Finalmente nos encontramos sentados sobre una suerte de volcán psíquico amenazante que puede entrar en erupción en cualquier momento. La sombra es una energía psíquica comprimida, siempre viva y activa, afirma el sacerdote, psicólogo y maestro en filosofía Jean Monbourquette, autor, entre otros best sellers de "Domesticar nuestras sombras".


Fragmento extraido de la nota "Domesticar la sombra" de la revista Uno Mismo, febrero de 2007.


Valga aquí la aclaración de que la opinión de lo que es la sombra puede variar de uno a otro autor. Para algunos no es sólo lo desechado sino también lo opuesto a lo que que somos y ven los demás. Si somos tímidos nuestra sombra no lo es. Vale la pena leer más sobre el tema y es inequívoca su existencia y he llegado a experimentar que reconocerla y funcionar con ella es nuestro estadio de superación.

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