Si estás aquí...

Si estás aquí no ha sido casualidad. Nada es azar. No ocurre cualquier cosa sino una específica adecuada a nosotros. Mi sensación es que si estuviera Dios aquí y yo le reprochara algún abandono me diría: "Lamento que no hayas podido ver que estaba ofreciéndote una oportunidad en...". El gran cambio, el éxito, nuestra genuina razón de felicidad está detrás de las pequeñas cosas de lo cotidiano.