El hombre Light

El título es un reconocimiento a Enrique Rojas y su libro homónimo.

Venía caminando y reflexionando que quizá hablar de Dios traté de imponer un salto extremadamente grande. De modo que hoy mi propuesta es que reflexiones si el mundo así como deviene te resulta razonable.

La mitad se debate entre el hambre y la violencia y la otra mitad vive a duras penas abandonando cada día una porción de humanidad en el trajín diario.

Cuál es la esencia que nos permite cada día despertarnos y desear salir a vivir? Persiste acaso? No orillamos entre el temor, el tedio y la pavada?

Dice Enrique Rojas:

Un ser humano hedonista, permisivo, consumista y centrado en el relativismo tiene mal pronóstico. Padece una especie de melancolía "new look": acordeón de experiencias apáticas. Vive rebajado a nivel de objeto, manipulado, dirigido y tiranizado por estímulos delumbrantes, pero que no acaban de llenarlo, de hacerlo más feliz.

Su paisaje interior está transitado por una mezcla de frialdad impasible, de neutralidad sin compromiso y, a la vez, de curiosidad y tolerancia ilimitada.

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Un hombre así es cada vez más vulnerable, no hace pie y se hunde; por eso, es necesario rectificar el rumbo, saber que el progreso material por sí mismo no colma las aspiraciones más profundas de aquel que se encuentra hoy hambriento de verdad y de amor auténticos. Este vacío moral puede ser superado con humanismo y trascendencia; es decir, "atravesar subiendo", cruzar la vida elevando la dignidad del hombre y sin perder de vista que no hay auténtico progreso si no se desarrolla en clave moral.

Si pensar en Dios fuera un paso demasiado extenso piensa en el hombre...