jueves, 17 de mayo de 2007

La leyes de Dios: La ley de la felicidad

Yo estoy convencida que Dios ha definido leyes para el funcionamiento del mundo. Las que gobiernan la naturaleza están más que claras. Qué sugieren estas leyes? que si se las respeta el resultado es el más favorable. Y me pregunto: simplemente eso? Simplemente uno debe dejar que funcionen las leyes de la naturaleza? Creo que uno también puede trabajar a su favor y esto suma. Siempre supe que no estaba a favor de un regreso a la naturaleza a ultranza y recién hoy pude ver la diferencia: si uno vive con la naturaleza propiciando el respeto de sus leyes no importa cuánto intervenga. Si algo falla quizá deba repensar qué ley que no tuvo en cuenta, no respetó.

Siempre pensé que las leyes que Dios estableciera, deberían ser: universales, simples y eternas. Y el hombre como ser en la naturaleza estaría afectado por ellas con la particularidad que debía tener la posibilidad de que fuera consciente de las que le incidieran si eso deseaba. No importaba cuán preparado estaba o qué edad tendría. Dios debe haber pensado que esta ley pudiera ser captada por cada persona aún cuando nunca la pudiera pensar. Y así estableció una ley simple en toda su extensión. La felicidad. La felicidad es más que estado, es una ley. Si tú estás feliz estás siendo lo que debes ser. Si no estás siendo feliz entonces deberías pensar que estás fuera del camino. La infelicidad es el modo de regresarte a lo mejor de ti. Ser lo que debes ser. Donde Ser incluye hacer.

Yo tengo 47 años y me sorprende que habiendo estado siempre tan cerca de la Verdad, que el haber pensado siempre en una frecuencia parecida recién hoy pude conceptualizarlo de este modo. Y me pregunto cuántas más habrá. Esto me lleva a pensar que pensamos en capas. Y siento como si hubiera capas que van desde el corazón a la cabeza. Donde la cabeza es el nivel menos y más desarrollado. Que si bien la idea se inicia en ella no tendrá un arraigo definitivo hasta que atraviese el corazón. Sin embargo, menester es reconcerlo, algunos conocimientos se originan sólo en el corazón. Ciertos conceptos se utilizan sin necesidad de que haya necesidad de una escuela que las enseñe: los conceptos relacionados a las emociones: sabemos qué es el dolor, la angustia, la tristeza sin que nadie haya debido enseñarnoslo.

No estoy atravesando un buen momento, no os preocupéis por mí porque esto últimamente viene de un modo tan fluctuante que quizá estar bien sea sólo cuestión de horas. Lo menciono porque recién hoy pude ver que este "no estar bien" implica hacer lo mejor en el mientras tanto y esperar. Algo debo esperar aún y en el mientras tanto hacer de mí lo mejor. No es cuestión de lo más conveniente. Nunca lo fue, pero sólo hoy lo supe. Hay alguna nueva ley que todavía no pude verbalizar. Quizá la del Ego? Cuando creo que estoy trabajando a mi favor a pesar de lo irracional seguramente no lo esté haciendo.

Hace dos meses atrás aproximadamente salía de la iglesia a la que voy a meditar preguntándole a Dios: yo sé que esto no es lo que esperabas ofrecerme pero sufro hoy y me pregunto qué tengo que hacer en el mientras tanto. Levanté la vista hacia una pared que sólo en un visita posterior me percaté que no habría sido tan natural observarla a la salida y ví, destacadas y brillantes las palabras Humildad y Paciencia y no tuve dudas de que me había respondido.

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